Mi trabajo son tus resultados

Romano Organización internacional de Artes Marciales (ROIAM) fue fundada el 21 de octubre del 2009 en Tecamachalco,Puebla, México, con el objetivo de ser una organización líder en la región, a nivel nacional e internacional de las más reconocidas.

Quienes Somos

Somos una organización que está integrada por academias nacionales y respaldos Internacionales, buscando fortalecerse en equipo a través de alianzas estratégicas con las mejores academias de cada región, estado y país, para que nuestros afiliados sean beneficiados en sus academias y que a sus atletas se les de el valor que merecen., Romano Organización Internacional de Artes Marciales ofrece una amplia variedad de servicios en el área del deporte que ayuden y apoyen a sus atletas y afiliados a proyectarse a nivel nacional e internacional (ROIAM) a representado a México en Tailandia, España, Brasil, Francia, Polonia, Costa Rica, Alemania,Roma e Italia.

Misión

Romano Muay-Thai es una organización comprometida con el desarrollo personal y profesional en actividades físicas, culturales y de artes marciales de cada uno de nuestros deportistas, generando así una alta capacidad de rendimiento.

Visión

Ser líder en la organización internacional de artes marciales mexicanas, brindando bienestar a nuestros miembros y en general a la población, generando valor a nuestra organización, para la integración de las selecciones nacionales y garantizar un excelente servicio internacional.

Valores

Lealtad: Fomentamos la equidad e integridad a nuestra organización, siendo leales e íntegros a nuestros maestros.

Disciplina: Coordinamos nuestras actividades, impulsados a desarrollar habilidades más rápidas siguiendo ciertas conductas.

Respeto: Cuidamos el equipo de trabajo tanto como sus instalaciones, valorando al personal que lo rodea.

Perseverancia: Persistimos aun en las adversidades negativas luchamos sobre un mismo sueño sobre un mismo objetivo.

Honestidad: Ser honorables con uno mismo, así como con las personas que nos rodean.

Humildad e igualdad: Dóciles sin que nos pisoteen, conocemos nuestros propios límites y debilidades, así como nuestras actitudes.